Actualizado:21/02/2021 01:24h
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Con Joe Biden, los socios de la Alianza Atlántica se han dado cuenta de que el estilo es diferente, pero la sustancia es la misma. Como en la era Trump, la Casa Blanca sigue empeñada en que los socios paguen más en defensa y en elevar a China al mismo nivel de amenaza estratégica que representa tradicionalmente Rusia. Es más, el nuevo Gobierno de Estados Unidos es plenamente consciente de que la estrategia de mano dura del expresidente republicano, con sus constantes provocaciones y sus agitadoras amenazas con retirarse del pacto de defensa mutua, ha dado unos resultados a ojos de Washington óptimos: en cuatro años, los socios de EE.UU. dentro la OTAN han añadido 50.000 millones de